Se dice que el encaje proviene de Venecia, la ciudad del romanticismo, las góndolas y valuarte de la pintura europea. Me intriga la danza entre lo que se ve y lo que se oculta, a la vez que me distraen las formas que pueden hacer del encaje, el referente a priori de la seducción. En estas fotos, hechas por Machado Cicala, para la tienda argentina Blanque, se pone de manifiesto el sutil coqueteo y la insinuación de lo prohibido, que este tejido permite en su transparencia. Las piezas pueden comprarlas en linea aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario